Por Gerardo Gómez Muñoz
Cada paso que da, palabra que dice y relación que establece son racionales y de cara a la conducción y a la gestión que se propone. Ni siquiera la tremenda tragedia que se abatió en la ciudad y que aún duele, aunque no cobró vidas humanas, pero arrasó las viviendas y pertenencias de casi 50 familias, lo encontró desprevenido a él, a su equipo. Lo que motivó que toda la ciudad con sus bomberos, su defensa, sus organismos administrativos, sus equipos sanitarios, respondieran como si estuviesen esperando el drama. Y un pueblo marplatense que a la altura de los acontecimientos, demostró sentimiento, ayuda concreta y sigue asistiendo en la medida de sus posibilidades.
Algo cambió o el pueblo demuestra este fondo noble cuando lo golpea el infortunio del prójimo y ve a los que gobiernan asumiendo sus responsabilidades. Cabe con el riesgo inherente a la labor del periodismo que estando al frente del operativo un político ya desnudado en su catadura como Carlos Arroyo, el pueblo, los funcionarios, los organismos estatales y demás, lejos hubieran quedado de la eficiencia que se requería para que la magnitud del siniestro no fuera más destructiva en lo material y en lo humano.
En del entorno de Guillermo Montenegro todavía se comenta que apenas asumido, la primera reunión que pidió tener fue con el el titular de Defensa Civil, Rodrigo Gonçalvez. En la primera reunión de Gabinete, se trabajó sobre la creación de una mesa de emergencia y se trató un protocolo de emergencia que debía definirse el lunes 16. Dicen que varios de los participantes del encuentro lo miraban con rareza. El caso es que lo sucedido el domingo 15 demostró a todo el mundo que una gestión al frente de una ciudad de un millón de habitantes requiere de una visión panorámica. Una hora después del aviso del incendio tenía alrededor suyo en la plaza Rocha una especie de cuartel general. Uno que no se aguanta podría decir que Arroyo habría estado consultando las tácticas de Rommel y a su hijo dando órdenes y contraórdenes.
Dados sus antecedentes en la materia -Ciudad de Buenos Aires-, le preocupa la seguridad, pero para evitar gastos hace falta eficiencia en la materia. Caso contrario hay que gastar más en lo primero para hacer más segura la tarea, por tanto la eficiencia es primordial porque la ciudad no debe correr riesgos.
Milagro en La Plata
La diputada marplatense Débora Indarte en la primera sesión de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires presentó 52 proyectos, 45 de ellos de ley y 7 comunicaciones. Tras el asombro y la incursión por el archivo, trajo otro dato significativo, no existe un antecedente similar. Desde su consagración en octubre, quizás desde las PASO en agosto habrá comenzado, con su equipo, el trabajo pertinente. Indarte integró la lista del Frente de Todos, en segundo lugar. A la 5a. sección le correspondían 11 legisladores, 6 de los cuales le corresponderían al vencedor que fue la UCR y 5 al Frente peronista. Vale decir que desde el momento en que se armó la lista su consagración estaba cantada. Por eso tuvo varios meses para elaborar su trabajo que en rigor pudo haber comenzado cuando fue secretaria en la Cámara de su marido Manino Iriart, aunque dos pibes, habrán interrumpido con frecuencia la tarea.
En tres de ellos se promueve respectivamente que Chapadmalal, Estación Camet y Sierra de los Padres sean elevados al rango de ciudad. En otro propone la creación del “Programa Provincial de Asistencia Integral”.
En Batán hay quejas
Los batanenses se sienten, una vez más, muy agredidos, y una bronca creciente se recoge cuando, en la charla confiada, referentes comunitarios pueden explayarse y brotan los reclamos. “Nos han reconocido con rango de ciudad -comenzó un veterano- y varias veces elegimos en las urnas, con varios miles de votantes, luego de una campaña electoral disputada y entusiasta”. Y reconocía que “nos dejamos llevar por delante y poco a poco nos fueron desvalorizando”. Ahí saltó uno que planteó un tema que estaba agazapado esperando que alguien revolviera la herida reciente. Un batanense de cuna trajo el nombre que se lleva todos los improperios y hasta aplausos de la pequeña barra. No podía ser otro que Carlos Arroyo, “claro, ese nos ninguneó, para que nadie acá se olvide, nos trajo un tal Manuel Tonto que, hasta ahora, la barra chacotea con que es una cargada”. Y se superponían para justificar la chanza, “no sólo nunca vivió y tampoco se preocupaba por nuestros problemas y colmaba su inacción no concurriendo a su despacho”. El enojo se fue matizando con anécdotas que eran episodios reales, como el de un chusco que refirió, aclarando que sólo corría el café y ningún trago: “Se acuerdan ese día que hicimos una manifestación muy grande para protestar y se apareció, de un auto importante, un tipo que nos gritó, qué pasa acá, porque molestábamos el tránsito y nosotros contestamos, estamos para reclamando que el delegado nos reciba. Y él ahí…, yo soy el delegado. Algunos querían fajarlo porque creían que nos tomaba el pelo. Pero era nomás el señor Tonto”.
No faltó quien interpelara al escriba: “Los periodistas saben de todo, cuéntenos, no estaría Tonto emparentado con alguna otra amiga de Arroyo, porque no vino más y al poco tiempo que Arroyo lo había ascendido con un inventado cargo de Coordinador de Delegaciones Municipales”. El cierre ahí fue: “entonces nos convencimos que los tontos, sin mayúscula pero de veras, éramos nosotros”.
Otro se apresuró en cerrar: “Pero la seguimos, porque Montenegro, que parece muy serio, no se acercó ni nos invitó a nosotros y en el listado donde figura Batán el delegado es Alejandro Estrada, una buena persona, lo conocemos, estuvo en Alumbrado de la Municipalidad. Pero no vive en Batán y el intendente no le contó ni en secreto a ningún batanense que ya teníamos delegado”. La conclusión del más ácido de los presentes fue: “¡Ojo que no nos empiecen a buscar para desyuyar las plazas de Mar del Plata, muchachos, ahí sí nos sublevamos, eh!”
Una buena en las canteras
Y cuando el veterano periodista cruzaba dificultosamente la avenida oyó los gritos: “Amigo, amigo…, venga tenemos una más”. No me la quise perder, pero tenía miedo de que surgieran las copas…, “no, no, apenas para el café queda”.
Y valió la pena…,”no queremos ser tan amargos, hay una buena. Estuvieron el secretario de la Producción, Fernando Muro, y el subsecretario Gustavo Serebrinsky con otros funcionarios en la cantera ‘Fatima’, una de las tres que nos quedan en el emporio de la piedra para suerte de la construcción en Mar del Plata. Uno de los problemas que tenemos ahora es la escasez de los picapedreros”. Parecía el comienzo de una tirada de pelo, pero nada de eso, y vino la explicación. “Con las sucesivas crisis, nos quedamos sin estos trabajadores especializados que facilitan a martillo limpio la adecuación y moldeo de las piedras. Solamente quedan tres. Con esa carencia y la falta de práctica de los que se buscan de apuro se encarece el producto, los tres maestros cobran a ‘piacere'”.
“Muro, Serebrinsky y sus acompañantes se comprometieron a conseguir el apoyo municipal para instalar una escuela de formación de nuevos picapedreros. Además se interiorizaron del estado de las empresas hoy hondamente comprometidas con toda la construcción, y como la nueva onda es la producción, se necesitarán operarios competentes”.
Los visitantes fueron, también interesados, en las posibilidades que tiene la sierra, Batán y la línea que se acerca al puerto y se fueron interesados. “Y nosotros alentados” y un chusco concluyó: “Le dijimos a los funcionarios que no digan, por las dudas, que es para Batán, porque todo lo nuestro lo pinchan”.
Y el final fue a favor: “Hablando en serio, confiamos en que el intendente sea de los que se preocupan y no buscan contrarios”.
Una que merece ser aclarada
Con usina en una cafetería o reducto cercano a la Plaza del Agua tal vez -pura casualidad-, anda circulando el dato de que Guillermo Montenegro ya lo venció a Arroyo -es lo único junto con lo de la parentela en que “rommelito” ganaba- en la cantidad de funcionarios políticos. La versión ha sido publicada por ahí. Pero los datos aportados hasta ahora están lejos de los números del que se fue.
Pero don Guillermo y su cuidadoso elenco ya están debiendo algunas resoluciones como la del negocito de la Plaza del Agua, y la gente después del boliche de Playa Grande, empezó a desarrollar la fe.
No pelear si se acuerda
Maxi Abad estuvo en la trinchera: el debut de Juntos por el Cambio como oposición fue con una ley de emergencias que le daba superpoderes al gobernador. Tras intensas negociaciones, los diputados de Abad lograron ponerle límites al proyecto original y equilibraron el poder bonaerense, dejando demostrado que el gobernador no va a poder avanzar en la Legislatura sin la construcción de consensos.
Tanto el límite para la presentación del presupuesto 2020, con fecha tope el 15 de abril; como la inclusión del FIM (Fondo de Infraestructura Municipal) que no estaba en el original y que implica fondos por 2.000 millones de pesos para los intendentes bajo criterios de coparticipación; como la restitución de los órganos de control constitucionales que quedaban suspendidos en la declaración de las emergencias, son los cambios que la oposición logró introducir en el proyecto. También hizo que las emergencias aprobadas sean por un año, y no por dos, y que sean prorrogables por única vez y por un año más. Esto no permite que el gobierno pueda extenderlas durante todo su mandato.